La Reflexología Podal es un método terapéutico que alivia el dolor mediante la estimulación de puntos de presión predefinidos en los pies. Esta presión controlada alivia la fuente del malestar. En ausencia de cualquier enfermedad o anormalidad particular, la Reflexología puede ser tan efectiva para promover la buena salud y prevenir enfermedades como para aliviar los síntomas de estrés, lesiones y enfermedades.
Desde el punto de vista de la reflexología, en los pies se encuentra el “mapa reflejo” de todos los sistemas orgánicos y funcionales del cuerpo, por lo que cualquier dolencia o disfunción puede abordase con esta técnica.
Estas zonas reflejo corresponden a distintas partes del cuerpo, por lo que masajeándolas de forma indirecta o refleja (de ahí el nombre de la terapia) los órganos, músculos u otras partes del cuerpo reciben un estímulo curativo. Por supuesto, además de este efecto reflejo, hay un efecto local en los pies muy importante y útil para tratar y prevenir muchos problemas de los mismos.
Beneficios de la reflexología:
Produce un efecto relajante que ayuda a eliminar el estrés y facilita la relajación física y mental.
Estimula la circulación sanguínea y linfática.
Potencia el sistema inmunológico y el potencial de auto sanación del cuerpo.
Regula el funcionamiento de los órganos de cuerpo.
Equilibra y restituye los niveles de energía.
Ayuda a la eliminación de toxinas.
Tiene efectos de terapia preventiva.
Posee un efecto antiálgico (alivia el dolor)
No está contraindicada en adolescentes, niños, embarazadas y ancianos.
Estimula la creatividad, eleva el nivel de vitalidad y mejora el humor.
En cada sesión de reflexología podal se trata el cuerpo a nivel global a través de sus áreas reflejas con el fin de favorecer el equilibrio generalizado de las funciones corporales y estimular la propia capacidad de autocuración.
Actúa eficazmente de forma preventiva al mejorar la circulación sanguínea y linfática, estimulando las defensas del organismo y favoreciendo la eliminación de toxinas.